El desarrollo y la aplicación práctica del grafeno junto a la obtención de sistemas de acumulación de
energía cada vez más eficientes. Esos son los horizontes que la ciencia tiene
como objetivo fundamental.
El uso de un átomo de estructura densa llamado “grafeno”, un nuevo
material basado en carbono enfocado al almacenamiento de energía eléctrica en
dispositivos de ultracondensadores, preparando así el camino para su
implantación generalizada en instalaciones de energías renovables como la
eólica y la solar.
Existen dos principales métodos para almacenar la energía eléctrica: en
baterías recargables y en ultracondensadores que son cada vez más
comercializados, pero no son todavía popularmente conocidos. Un
ultracondensador puede utilizarse una amplia gama de energía para capturar y
almacenar en diversas aplicaciones y se utilizan, ya sea por sí mismos como
fuente primaria de energía o en combinación con baterías o pilas de
combustible. Algunas ventajas de los ultracondensadores más tradicionales en
dispositivos de almacenamiento de energía (baterías) son los siguientes: mayor
potencia, una vida útil más larga, una amplia gama térmica de funcionamiento,
son más ligeros, más flexibles y con un mantenimiento mucho más reducido.
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